El vitíligo son lesiones debidas a la pérdida de melanocitos, que son las células encargadas de la pigmentación de la piel.
El diagnóstico se establece en la mayoría de los casos mediante el examen clínico de la piel del paciente.
Algunas veces, puede usar la lámpara de hendidura o de Wood. Se trata de una luz ultravioleta que hace que las áreas sin melanocitos aparezcan de un colo blanco brillante.
En ocasiones deber realizarse una biopsia cutánea para descartar otras enfermedades autoinmunes, así como analítica de sangre con determinación de hromonas tiroideas o de vitamina B12.
La piel de los pacientes con vitíligo no tiene melanocitos funcionantes (células encargadas de la pigmentación) en las zonas afectas, por lo que es importante utilizar cremas de protección solar dado que estas personas tienen mucha más facilidad para quemarse.
Tratamiento conservador
En áreas limitadas se pueden emplear corticosteroides potentes, pero evitando siempre la aplicación crónica continua.
Cuando se trata de vitíligos más extensos se suele emplear lo que se conoce como fotoquimioterapia oral que consiste en la administración de un fármaco por vía oral (psoraleno) más la exposición a rayos UVA (PUVA). Se logra la repigmentación en ocasiones de un 50% de los casos.
Otro tipo de tratamiento empleado en vitíligos de extensión moderada es la aplicación de Kellina por vía tópica más exposición solar. Nunca más de media hora. La administración de aminoácidos como la fenilalanina tanto por vía oral como por vía tópica acompañada de exposición solar, es otra de las modalidades terapéuticas empleada en el vitíligo.
También se han obtenido buenos resultados con el calcipotriol por vía tópica, que es un fármaco empleado en la psoriasis, y con los inhibidores de la calcineurina.
Tratamiento quirúrgico
Últimamente existen cada vez más publicaciones acerca del tratamiento quirúrgico del vitíligo, mediante la utilización de injertos de piel autóloga o cultivos selectivos de melanocitos.
Esta nueva técnica consiste en trasplantar células epidérmicas del propio paciente (células de la piel) de una zona pigmentada a determinadas áreas que aparecen despigmentadas.
En general, se ha aplicado esta técnica de terapia celular en aquellas zonas donde está prevista una respuesta más satisfactoria, como es la región facial, que además es la que más suele interesar a las personas afectadas. Hay otras zonas del cuerpo donde la repigmentación no es tan buena, como es el caso de las manos, donde la aparición del vitíligo también es frecuente.
La mejor indicación es el tratamiento de zonas selectivas, no de grandes áreas, que permanezcan estables y que no hayan respondido a los tratamientos médicos convencionales.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento quirúrgico mediante láminas de células epidérmicas nunca debe ser un tratamiento de primera elección para el vitíligo y que nunca debe aplicarse en un vitíligo activo.
Finalmente en aquellos pacientes donde las áreas de vitíligo son mayores que las de la piel pigmentada normal, el tratamiento puede consistir en la despigmentación de la piel sana mediante hidroquinona tópica a concentraciones elevadas.
Terapia celular para el vitíligo estable
La terapia celular para el tratamiento del vitíligo es una técnica que comienza con el cultivo de las células epidérmicas, mezcla de queratinocitos y de melanocitos, para proceder después a realizar cultivos selectivos, de forma que constituyan una monocapa sobre el soporte de membrana amniótica.
El procedimiento desarrollado por un equipo de especialistas de la Clínica, se inicia con la obtención de una biopsia (pequeña superficie de piel) extraída de una zona oculta, como puede ser la región lumbar o la nalga, que esté pigmentada.
A continuación, la muestra de piel se procesa en el área de Terapia Celular. Allí, de forma enzimática, separan la epidermis de la dermis para obtener, de la epidermis ya disgregada, las células necesarias para el cultivo.
Las unidades celulares obtenidas se cultivan después sobre membrana amniótica hasta conseguir el crecimiento de millones de células.
Las cantidades de células epidérmicas obtenidas del cultivo deberán procesarse hasta conseguir suficiente superficie celular como para cubrir la zona afectada. Si la superficie que debe tratarse es muy extensa se necesitará aumentar el número de semanas que las células epidérmicas deberán permanecer en cultivo. De este modo se van obteniendo tantas placas de células como requiera el área afectada.
La aplicación de las membranas amnióticas con las células epidérmicas en el paciente se realiza en quirófano:
- En primer lugar, se tratan las manchas blancas con un láser de CO2. Es necesario aplicar el láser de forma muy superficial para conseguir eliminar la epidermis.
- Sobre esa epidermis se implantan después las membranas amnióticas con las células epidérmicas.
- Una vez trasplantadas, las capas de melanocitos deben cubrirse mediante un apósito oclusivo que se levantará a los 3 ó 4 días.
- A continuación, el paciente deberá exponerse a radiación ultravioleta solar, si es una época del año adecuada, o de rayos UVA, siguiendo un protocolo determinado.
La técnica quirúrgica es ambulatoria y se practica con anestesia local.
En general, se ha aplicado esta técnica de terapia celular en aquellas zonas donde está prevista una respuesta más satisfactoria, como es la región facial, que además es la que más suele interesar a las personas afectadas. Hay otras zonas del cuerpo donde la repigmentación no es tan buena, como es el caso de las manos, donde la aparición del vitíligo también es frecuente.
(Fuente: Clínica Universidad de Navarra)
(Texto: Dr. Pedro Redondo Bellón – Codirector Departamento de Dermatología)
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