El enigma de esta cuestión no radica en cuándo hacer una revisión de lunares, sino más bien en cómo hacerla.
Realmente, cualquier momento es bueno para realizar una revisión de los distintos lunares que puedan haber distribuidos por el cuerpo. La piel, es el órgano más grande del cuerpo humano y se debe revisar para cerciorarse de que todo en ella está bien. Algunos por su composición o por la distribución de los pigmentos no presentan riesgo de malignizarse pero otros sin embargo deben ser controlados de forma continuada y medidos a lo largo del tiempo para que a la menor señal de cambio puedan eliminarse y prevenir de esta forma una forma prematura de melanoma maligno o cáncer de piel.
Y para entrar en materia, vamos a explicar qué debemos valorar para descartar si un lunar es o no sospechoso.