El clima tiene una incidencia importante en la psoriasis. El ambiente frío y seco favorece los brotes y hace que las placas estén más secas y sean más molestas. En el clima húmedo y caluroso, están hidratadas. La psoriasis, normalmente, mejora en primavera y verano.
La primavera es la época del año favorita para muchas personas porque el sol y la humedad, combinados con menos estrés, pueden ayudar a aliviar los brotes de la enfermedad. Aquí tenéis unos cuanto consejos que os pueden ayudar en estos meses del año.
- HIDRATACIÓN
La hidratación hace la piel más elástica, pica menos, elimina las escamas y facilita la aplicación de las cremas, así como recibir los primeros rayos de sol.
- ALERGIAS PRIMAVERALES
Hacen que se irrite más la piel y el rascado empeora o provoca placas de psoriasis. De ahí que sea más necesario, en ocasiones, tomar antihistamínicos.