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Economía circular: incubando el envase del futuro

El primer centro de innovación sobre economía circular de Europa cumple su primer año trabajando en proyectos que definirán cómo reciclaremos en los próximos años.

El futuro del reciclaje se decide y se testa en laboratorio, concretamente en «The Circular Lab», inagurado hace un año en Logroño por Ecoembes, entidad que coordina el reciclaje de envases en nuestro país, y que ya está dando los primeros resultados. «En España solo se recicla el 29,7% de todos los residuos sólidos urbanos, y son los envases los residuos domésticos que tiran del reciclaje, aunque representamos solo el 8% del total de residuos que se generan. Y para avanzar en estas cifras necesitamos la economía circular y la innovación por la que apostamos en este laboratorio con el desarrollo de multitud de proyectos», dice Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes.

De este edificio sostenible -que se abastece con paneles solares y un pozo geotérmico, y decorado con lámparas que son boyas marinas en desuso y sillas hechas a partir de botellas recicladas- saldrán los envases del futuro y las mejores ideas para una gestión inteligente de los residuos. Se trata del primer centro de innovación sobre economía circular de Europa y trabaja para convertirse en un referente en esta materia centrándose en cuatro áreas de innovación fundamentales: envases del futuro -a través del ecodiseño, la búsqueda de nuevos materiales sostenibles y la incorporación de materiales reciclados en los procesos de producción-; concienciación sensibilización ciudadana; «Smartwaste», aplicando la tecnología más puntera a los procesos de recogida, selección y reciclado de envases para lograr ciudades inteligentes en las que todo esté conectado, y emprendimiento, fomentando la innovación abierta, a través de la ideación, la incubación y la aceleración de proyectos o «startups». Vienen a estas líneas siete proyectos que definirán cómo reciclaremos en los próximos años.

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UBE y Ainia presentan nuevos prototipos de envases flexibles

Basado en una combinación de polímeros (materiales plásticos en la categoría de copoliamidas avanzadas) estos prototipos pueden aumentar al doble la vida útil de salsas, purés, mermeladas, alimentos infantiles, zumos, platos preparados y conservas, entre otros. Si un puré de verduras en un envase plástico tradicional tiene una vida útil de 150 días, en el nuevo envase desarrollado con materiales innovadores y en condiciones óptimas de conservación puede superar los 300 días de vida útil para su consumo.

UBE y Ainia presentan nuevos prototipos de envases flexibles

Ainia Centro Tecnológico y la empresa UBE Corporation Europe han colaborado en el desarrollo de nuevos envases flexibles capaces de alargar la vida útil de los alimentos sensibles a la oxidación por el paso del tiempo, como pueden ser: las salsas, purés, mermeladas, compotas, alimentos infantiles, zumos, concentrados, bebidas alcohólicas, platos preparados y conservas.

En el marco del proyecto Copaflex, se han desarrollado 2 prototipos de envase con una innovadora combinación de polímeros (copoliamidas avanzadas) capaces de mejorar el comportamiento a esterilización o tratamientos térmicos a altas temperaturas. Como resultado, se ha logrado prolongar la vida útil de los alimentos envasados, llegando a duplicarla en algunos casos. Por ejemplo, un puré de verduras, que en los envases flexibles actuales tiene una vida útil de 150 días aproximadamente; en un envase desarrollado con estos innovadores materiales, puede mantenerse en condiciones óptimas para su consumo más de 300 días.

Además, gracias a este tipo de polímeros con mejores propiedades mecánicas que los convencionales (resistencia a la punción, tracción, flexibilidad…) se ha logrado un formato de envase flexible alternativo a los envases rígidos convencionales, que permite una mejor ergonomía y facilidad de uso, sin incrementar su impacto ambiental.

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Científicos crean un polímero que se podría reciclar indefinidamente

El uso desmedido del plástico junto a las bajas tasas de reciclaje han convertido a este material sintético en una pesadilla medioambiental que podría tener los días contados, y es que un equipo de científicos ha creado un polímero similar a los plásticos comerciales pero que se podría reciclar indefinidamente, informa Efe. La descripción del nuevo material, creado por investigadores del Departamento de Química de la Universidad Estatal de Colorado liderados por Eugene Chen, se publica hoy en la revista Science y ya ha sido patentado.

Para dar cuenta de la importancia del hallazgo, Science ha publicado un artículo firmado por los expertos en reciclaje de plásticos Haritz Sardon, de la Universidad del País Vasco (POLYMAT) y Andrew P. Dove, de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), que pone en perspectiva la relevancia del trabajo. Ambos expertos recuerdan que desde que se sintetizó el primer polímero en 1907, el plástico no ha dejado de seducirnos: es barato, duradero, ligero y práctico y, por estas mismas razones, su producción ha crecido de manera exponencial.

Su nivel de producción constante, sumado a los pobres mecanismos de reciclaje desarrollados hasta la fecha, han convertido a los plásticos en una pesadilla medioambiental. Y es que la producción de plásticos está muy lejos de ser sostenible: la mayoría sirve para un solo uso y tienen una vida útil de menos de un año, pero tardan siglos en degradarse, y aunque existen técnicas de reciclaje, actualmente, solo se recicla el 5% del plástico fabricado, el resto se incinera o acaba en vertederos y océanos.

De hecho, se calcula que a mediados de siglo la producción de plásticos supere los 500 millones de toneladas, lo que, unido a las bajas tasas de reciclaje, hará que para 2050 haya más plástico que peces en el mar. En los últimos años, se están haciendo grandes esfuerzos para generar nuevos plásticos que no dependan de una materia prima finita como el petróleo.

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