La creciente tendencia hacia una alimentación mucho más consciente basada en el consumo de productos vegetales es una realidad. Por ello, la industria alimentaria se enfrenta a una necesaria evolución para dar respuesta a esa demanda mediante el desarrollo de análogos de carne.
Uno de los principales objetivos que se persigue en la fabricación de ese tipo de productos es texturizar las proteínas vegetales y darles así una estructura similar a la de la carne. La extrusión de materias primas que contienen proteínas como la soja, los guisantes o la avena y el uso de la tecnología de extrusión han hecho posible la producción de sustitutos de la carne. Los extruidos correspondientes tienen una estructura y/o textura fibrosa, que se corresponde con la textura de la carne real.
¿Cómo logramos crear una hamburguesa a partir de cereales y legumbres? Un posible método de procesamiento posterior de los extruidos consiste en desmenuzar los productos, añadir aditivos como especias y adhesivos, y luego prensarlos.
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