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La reducción de carbohidratos no adelgaza

La reducción de carbohidratos no adelgaza

«Investigaciones demuestran que la reducción del consumo de hidratos de carbono no es efectivo para perder peso», afirma Manuel Gómez Pallarés, catedrático de la Universidad de Valladolid.

Ingerir una mayor proporción de carbohidratos en dietas sin restricciones no aumenta los niveles de obesidad. Según el estudio «Does high-carbohydrate intake lead to increased risk obesity?» publicado en la revista BJM Open.

El objetivo del estudio era investigar dos corrientes. La primera trataba de asociar las dietas altas y bajas en carbohidratos con la obesidad. Una segunda corriente consistía en comprobar la relación que hay entre la ingesta de este nutriente con el aumento de peso. Para ello, investigadores de Sudáfrica han identificado 22 artículos publicados desde enero de 1990 hasta diciembre de 2016 en los que se demostraba que las cantidades de carbohidratos ingeridas en las comidas apenas tienen relación con el riesgo de padecer obesidad.

Por otro lado, el estudio llevado a cabo por la DIEFTS (Diet Intervention Examining the Factors interacting wit Treatment Success) revela que no hay un cambio significativo en el peso en función de la ingesta de carbohidratos. Durante el ensayo clínico un total de 609 adultos con sobrepeso siguieron dietas bajas en calorías, unas basadas en la reducción de grasas y otras en la reducción de la ingesta de hidratos de carbono, durante un año y no se hallaron diferencias entre ambos grupos. Por tanto, en el contexto de estos dos enfoques no se pudo identificar qué dieta era la más adecuada para cada individuo en la pérdida de peso, y tampoco se identificaron grupos de personas concretos a los que un tipo de dieta les funcionara mejor que a otros.

En este sentido, el catedrático del área de tecnología de alimentos de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid, Manuel Gómez Pallarés afirma que “las investigaciones realizadas hasta la fecha no han conseguido demostrar que la reducción del porcentaje de energía que consumimos en forma de hidratos de carbono sea una herramienta efectiva para la pérdida de peso. En general los investigadores coinciden en que para reducir peso se debe reducir la ingesta calórica, y a ser posible incrementar el gasto de calorías, pero manteniendo la distribución de calorías que se recomienda para las dietas normales, donde los hidratos de carbono deben suponer entre un 50 y 60 % de la ingesta calórica. Lo que también parece claro es que el porcentaje de los hidratos de carbono que ingerimos en forma de productos integrales debe incrementarse. Los productos integrales son más completos nutricionalmente y pueden ayudar a incrementar la saciedad, aspecto importante en las dietas de adelgazamiento”.

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