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La inmunoterapia oral, eficaz ante la alergia al trigo

La inmunoterapia oral, eficaz ante la alergia al trigo

Tras un año de tratamiento, el 52 por ciento de los niños que participaron en el estudio podían consumir una dosis acumulada de 4,443 mg de proteína de trigo.

Investigadores del Hospital Mount Sinai de Nueva York, han demostrado en el primer ensayo clínico riguroso y multicéntrico que la inmunoterapia oral es efectiva y segura en pacientes alérgicos al trigo.

En su artículo en la revista ‘Journal of Allergy and Clinical Immunology’, los investigadores explican cómo han conseguido que la mayoría de niños inscritos en el estudio consiguiera superar esta alergia. Después de 52 semanas de tratamiento, el 52 por ciento de los niños alérgicos al trigo pudieron consumir una dosis acumulada de 4,443 mg de proteína de trigo, aproximadamente el equivalente a una o dos rebanadas de pan sin reacciones adversas.

El trigo es uno de los cinco alérgenos alimentarios más comunes, y representa un desafío importante para los niños alérgicos debido a su prevalencia en la dieta. Ingrediente común en el pan, la pasta, la pizza y los pasteles, el trigo también es un agente aglutinante que se utiliza en una gran variedad de alimentos, como los embutidos y los helados.

Para averiguar cómo acabar con la alergia a este conjunto de cereales, los responsables del estudio reclutaron a 46 pacientes alérgicos con una edad media de 8,7 años, con el objetivo de determinar la eficacia y seguridad de la inmunoterapia oral para el trigo. Con esta técnica, se recibe un alérgeno en cantidades mínimas que se incrementan gradualmente con la esperanza de desensibilizar al paciente.

Los ensayos clínicos realizados previamente por los investigadores habían arrojado resultados prometedores, incluida una alta tasa (70-80 por ciento) de sujetos que alcanzan la desensibilización con un perfil de seguridad aceptable para alimentos como leche de vaca, huevo y cacahuetes.

Las respuestas alérgicas al trigo se correlacionan con las proteínas presentes en el trigo. Por lo tanto, para estudiar la eficacia de la inmunoterapia oral, es necesario que haya una dosis suficiente de proteína. “El trigo contiene cantidades relativamente bajas de proteínas en comparación con los cacahuetes o la leche, lo que dificulta un poco más el estudio. Como resultado, nuestros pacientes jóvenes tuvieron que consumir grandes cantidades de harina de trigo para ingerir dosis crecientes de proteínas”, señala Anna Nowak-Wegrzyn, primera autora del estudio.

(Fuente: Gaceta Médica)

Nutriscore llegará a España en 2019

Nutriscore llegará a España en 2019

Guerra de semáforos: Sanidad anuncia un nuevo etiquetado con código de color que compite con el de la industria, que lo pondrá en marcha antes de fin de año. Esta es la guía para no perderte en el supermercado.

El asunto del etiquetado nutricional de alimentos se ha convertido en cuestión de dos semanas en un semáforo descacharrado. Si hasta ahora la información de nutrientes estaba muchas veces al alcance de unas buenas gafas progresivas —ubicada en la parte trasera de los envases y con una letra lo suficientemente pequeña como para que quepa todo el detalle del contenido del alimento—, en los próximos meses los productos procesados en el supermercado ofrecerán códigos de colores en la parte frontal, con el objetivo de orientar mejor en las decisiones saludables de compra de los consumidores. A priori la noticia es buena, el lío viene cuando —siguiendo con el símil del tráfico— cada calle utiliza su propio código de circulación.

Es lo que puede suceder en España, al menos durante un periodo inicial de adaptación. Esta semana el Ministerio de Sanidad anunciaba que va a aplicar el sistema NutriScore, un etiquetado frontal de alimentos (FOP) que viene utilizándose en Francia (de forma voluntaria para los fabricantes) desde hace un año, con resultados positivos avalados por las sociedades científicas, las asociaciones de consumidores y la Organización Mundial de la Salud (OMS). El anuncio coincide en el tiempo con el de otro diseñado por cinco gigantes de la industria alimentaria —Mondelez, Nestlé, PepsiCo, Coca-Cola y Unilever, dueñas de una buena parte de los productos del lineal— que antes de finales de año comenzarán a imprimir en sus envases su propio semáforo nutricional.

Se trata de dos códigos de colores diferentes —con criterios también distintos— que podrían convivir en los supermercados bien hasta que la Comisión Europea se manifieste sobre cuál debería ser el sistema que se emplee en los países miembros —algo que se espera que haga a comienzos del año próximo—, bien hasta que NutriScore se comience a usar en España en 2019. O quizá más allá de esas fechas, si ni la Comisión ni Sanidad prohíben que se utilice más de un icono.

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), dependiente del Ministerio, no ha respondido a las preguntas de BuenaVida a la fecha de publicación de este artículo. Las corporaciones impulsoras del etiquetado alternativo, por su parte, entre ellas Unilever que contesta por correo electrónico, están «analizando el anuncio de la ministray sus implicaciones».

Entretanto, Internet se llena de preguntas y lecturas sobre lo que nos espera a los consumidores en este cruce de semáforos. Este es el GPS que necesitarás para hacer la compra más saludable en los próximos meses.

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