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Vuelta (panarra) al mundo, 13 migas que tienes que probar

Vuelta (panarra) al mundo, 13 migas que tienes que probar

“En esta casa no se come si no hay pan”, eso es así. Hay que esperar a que llegue esa barra de pan calentita, recién hecha, porque si no, parece que falta algo. Alimento de pobres y de ricos, el pan lleva en nuestras vidas desde el Neolítico. Fueron los egipcios lo que descubrieron el pan fermentado e inventaron eso de un trocito para cada uno a la hora de comer (acompañado de cebolla, por cierto). Los griegos heredaron esa tradición y la sofisticaron creando diferentes tipos de pan e incluyendo semillas y pasas. El trigo y el aceite de oliva del mediterráneo ayudó a aumentar aún más nuestra cultura “panarra”. De hecho, los primeros gremios de panaderos surgieron durante el imperio romano y continuaron en la Edad Media, heredando de padres a hijos el noble oficio del panadero.

El pan ha sido y es parte fundamental de la cultura gastronómica en muchas partes del mundo, y para demostrarlo aquí nos pegamos una vuelta al globo repasando 13 tipos de pan típicos en diferentes ciudades del mundo. Si eres un buen panarra, y además viajero, no te lo pierdas, necesitarás tomar nota para tus futuras escapadas gastronómicas.

Grecia

Como en España (o mejor dicho, en los países mediterráneos), los griegos disfrutan mucho del pan. Desde la hermosa Pompeya, pasando por ilustres poetas, el pan ha estado en el centro de la gastronomía griega. Tanto es así que aún se conserva la llamada torta de Corcelles, una masa de pan del 2.800 a.c. Pero ¿qué nos encontramos en la actualidad? Para empezar, el pan Bobota, un pan muy sencillo y con pocos ingredientes: harina de maíz y con toques cítricos de naranja que hace las veces de sustancia unificadora con la masa, ya que no lleva leche ni mantequilla.

Por otro lado tenemos el Horiatiko Psomi, conocido como el pan del campo. Se trata de un pan grande, de miga densa y normalmente más oscuro. Imaginad lo bien que puede sentar un buen aceite de oliva, o tomarlo junto a una sopa caliente. Curiosamente, esta receta implica un tipo de harina “amarilla” muy difícil de conseguir en otro país. Y por último, destacan 3 tipos más de panes: el pan skorthopsomo, cocinado con ajo fresco, el pan tyropsomo cocinado con queso feta y por último, el pan lagana o pan llamado “del lunes limpio”, porque se cocina el primer lunes de la Cuaresma. ¿Con cuál te quedas?

Vuelta (panarra) al mundo, 13 migas que tienes que probar

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Las tres principales tendencias de la industria química en 2018

Las tres principales tendencias de la industria química en 2018

Dentro de poco, el 2018 habrá llegado a su ecuador. Y a la vista de la evolución del sector de la industria química y de su entorno, ya se pueden vislumbrar cuáles son las principales tendencias del sector para este año. Entre ellas, hay tres que claramente destacan sobre las demás. Y están relacionadas, en mayor o menor medida, con otras tendencias económicas. Pero también con la transformación digital y las cada vez más diluidas fronteras.

En cualquier caso, estas tendencias están destinadas a revolucionar muchas de las estrategias que la industria química tenía ante sí. Porque con lo que acarrean, al sector ya no le bastará con contar con clientes cercanos y fieles. Ni con poseer un buen nivel de propiedad intelectual. Será necesario que las tengan en cuenta para avanzar y seguir siendo competitivas.

Las tres principales tendencias que más van a afectar a la industria química durante 2018, y probablemente, también durante el próximo año, son tres. La aceleración de la globalización, la economía circular y la transformación digital.

Las tres tendencias de la industria química para este año

La globalización está provocando que tanto los centros de suministro, como los proveedores, cambien continuamente. También los clientes, que de un momento a otro pueden dejar de comprar productos a sus proveedores. Y la demanda de los países emergentes de productos químicos de todo tipo está aumentando vertiginosamente en los países emergentes. Esto último se debe fundamentalmente a la mejora del poder adquisitivo de una parte notable de su población. Además, también están entrando en juego nuevos mercados, tanto como consumidores como productores. Esto está llevando a la reducción de los ciclos de vida de los productos, entre otras cosas.

La economía circular está teniendo un fuerte impacto en la industria química. Por un lado, los materiales brutos clave para ella son cada vez más escasos. Por otro, muchos países están aprobando leyes pensadas para cuidar más el medioambiente. Y todo esto tiene, sin duda, un gran impacto en la industria química. Tanta, que la mayoría ya está apostando por el reciclaje de materiales. Y por la puesta en marcha de planes que reduzcan las emisiones de sus fábricas.

En cuanto a la transformación digital, está poniendo al alcance de la industria química muchos medios para avanzar en competitividad. También para poder tomar las riendas de la nueva situación del sector, a la vista de los cambios que se están produciendo en él. La adopción de los últimos avances tecnológicos ofrece a la industria química la posibilidad de conseguir niveles de conectividad, granularidad, y velocidad de acceso y proceso de datos sin precedentes hasta ahora. Para conseguirlo, no son pocas las compañías que están adoptando estrategias de movilidadmigrando a la nube o abrazando el machine learning, la Inteligencia ArtificialBlockchain o Internet de las Cosas. Sin duda, tecnologías que pueden erigirse en verdaderos motores para el cambio en el sector.

Estas tres tendencias son las que, si la industria química no está atenta, pueden provocar una tormenta perfecta en el sector. Pero, por otro lado, también pueden proporcionar a las empresas del sector todo lo necesario para seguir siendo competitivas.

(Fuente: ChemPlast Expo)